
- HONRAR A DIOS:
Nos permite orientar todas nuestras acciones con principios que agraden y glorifiquen
a Dios.
- SERVICIO DE EXCELENCIA:
Despierta nuestro entusiasmo para ver, hacer y tratar con grandeza la obra del Señor.
- DIGNIDAD MINISTERIAL:
Nos permite tratar y reconocer a cada ministro con respeto y honra para su llamamiento
e investidura.
- DIVERSIDAD Y PARTICIPACIÓN:
Nos permite coexistir con la variedad de nuestros ministros formando un solo cuerpo.
- COLABORACIÓN Y COOPERACIÓN:
Nos invita a trabajar juntos, apoyándonos, alentándolos y fortaleciéndonos.
- AUTONOMÍA CON RESPONSABILIDAD:
Nos permite ejercer nuestra mayordomía con rendición voluntaria de cuentas.
- OBEDIENCIA Y SUJECIÓN:
Como parte del cuerpo de Cristo debemos tener disposición y ánimo para obedecer y sujetarnos a Dios, a nuestras autoridades civiles y eclesiales. Obedecer implica subordinarse voluntariamente a la autoridad, acatar la instrucción, cumplir con los deberes y obligaciones.
- PUNTUALIDAD.
Es la actitud que nos permite respetar las normas y costumbres establecidas por horarios, siendo cuidadosos, diligentes y exactos para hacer sus tareas o actividades a su debido tiempo.